En 2025, buscamos dar algo de orden a un caos persistente. Probablemente necesitaremos ser pacientes y lidiar con influencias planetarias conflictivas, lo que nos expondrá a tensiones y seguirá espesando la capa de nubes que ha pesado sobre nuestro cielo durante mucho tiempo.

Así, a principios de abril, Saturno canaliza nuestro deseo de expandir nuestra conciencia al tener en cuenta las lecciones del pasado. Sin embargo, el último cuadrado de Júpiter a Saturno el 15 de junio de 2025 (después de los del 19 de agosto y 24 de diciembre de 2024) corre el riesgo de frustrar nuestras ambiciones. Un poder central busca recuperar el control, dominar los debates e imponer sus códigos. Esta vacilación entre avanzar o retroceder siembra confusión alrededor del 15 de junio, donde un cuadrado entre Júpiter y Neptuno difumina las perspectivas. La primera mitad del año, a pesar de algunas buenas intenciones, parece bloquear nuestros avances.

Sin embargo, esto no es tan seguro. Una interrupción marca el comienzo de un cambio importante en el desarrollo de los eventos y en la frecuencia vibracional con la que nos alinearemos gradualmente. A partir de 2025, y aún más a partir de 2026, esta nueva energía redistribuye las cartas.

Estamos evolucionando temporalmente en 2025, y de manera más sostenible en 2026, hacia energías de fuego y aire (Aries-Géminis), en radical contraste con las energías de tierra y agua (Tauro-Capricornio-Piscis) que, desde 2019, han favorecido la disolución en lugar de la renovación. Para mediados de agosto, este proceso comienza, y aunque los inicios parezcan caóticos, nada lo detendrá.

Saturno en Aries se alinea con Urano en Géminis (el 12 de agosto) para proponer innovación y salir del estancamiento. Desde finales de agosto y durante la segunda mitad de 2025, el impulso se acelera. Ya no se trata de salvar un viejo mundo que ha cumplido su ciclo, sino de abrir nuestras sociedades a nuevos horizontes. Así, Urano y Neptuno colaboran alrededor del 29 de agosto y el 20 de noviembre de 2025 para favorecer la aparición de un cambio de paradigma tan esperado.

Una nueva era comienza a tomar forma este año, con una fragancia brillante, sorprendente y a veces desorientadora, que nos invita a cambiar de dirección y optar por un programa más humanista orientado hacia valores más solidarios e inspiradores.

Aunque 2025 presenta solo inicios prometedores, y aún tenemos que luchar para mantenernos a flote, recordemos que el río se acerca a su desembocadura. A partir de este año, podemos comenzar a vislumbrar un camino que nos acercará a la versión más elevada de nosotros mismos. Debemos aceptar mirar más allá de las apariencias y salir de una zona de confort que ya no satisface a nadie. Somos capaces de esto, y lo lograremos.

Astrología Global

No es aplicando las mismas reglas como podemos resolver los muchos conflictos y calmar las principales tensiones que fracturan a las poblaciones. A pesar de las buenas intenciones que buscan extinguir el fuego, los egos de ciertos líderes continúan ardiendo, sembrando caos y guerra.

Entre junio y agosto de 2025, a medida que Saturno se acerque a Neptuno, podría provocar un estancamiento o exacerbar confrontaciones. Algunas posiciones extremas pueden poner en peligro el equilibrio global.

Hacia finales de agosto, se levanta un nuevo viento. Nuevas perspectivas, una visión renovada del mundo y de nuestro lugar en el universo nos instan a reevaluar nuestras prioridades, pasando de un plano a otro, entendiendo que todos provenimos del mismo útero cósmico.

Impulsados por la influencia aire-fuego de Urano en Géminis y Neptuno en Aries, esperamos que las naciones abran un nuevo camino, escapando finalmente de emociones negativas como la ira, los celos y el odio. No se trata de dar vueltas en círculos, sino de ganar altura. Una aspiración por algo diferente dicta nuestras decisiones y acciones.

En cualquier caso, la segunda mitad de 2025 se desarrollará de manera diferente y ofrecerá una nueva perspectiva sobre lo que ha dividido a los pueblos durante demasiado tiempo. Ya sea a través de seres iluminados o de una conciencia colectiva que se abra plenamente, estamos progresando hacia una concepción del mundo y de nuestro papel en el universo que evoluciona considerablemente a partir de la segunda mitad de 2025, desarrollándose más plenamente en 2026. No hay momento que perder.

El Clima - El Medio Ambiente

Si todavía luchamos por abandonar nuestros viejos hábitos contaminantes, es probable que seamos obligados a hacerlo en 2025, ya que el riesgo de contaminación, inundaciones y deslizamientos de tierra no disminuye, particularmente en primavera y junio. Especialmente a partir de agosto, a medida que pasamos de los elementos tierra-agua a aire-fuego, los incendios, explosiones y erupciones se multiplicarán.

Sin embargo, podemos esperar que el sextil que vincula a Urano (en Géminis) con Neptuno (en Aries) a partir de finales de agosto ofrezca soluciones ingeniosas, incluso audaces, para escapar de los desastres en lugar de soportarlos. Contemos con la dinámica de este aspecto para proponer alternativas que podrían finalmente aligerar nuestra deuda con la Tierra, que hemos acumulado desde la era industrial.

Las invenciones podrían revolucionar nuestra gestión de recursos, con una visión que evoluciona radicalmente hacia consideraciones a largo plazo y la preservación de nuestro planeta. Un cambio está comenzando, abriendo potencialmente caminos que son mucho más respetuosos con nuestro entorno. Los vientos que se levantan en la segunda mitad del año parecen llevar novedades y esperanza, invitando a la humanidad a crecer. Esto valdrá la pena seguir en 2026, donde el camino se transformará en una avenida.

Las estrellas

Plutón transita por Acuario hasta enero de 2044. Este marco temporal podría revolucionar por completo nuestros comportamientos, creencias y establecer un nuevo mundo en lugar del antiguo. Este período puede interrumpir nuestros puntos de referencia y llevar a una mutación drástica de nuestras sociedades, así como a una evolución de la humanidad, que debe crecer para esperar vivir en armonía con sus semejantes. Plutón coquetea con Neptuno en 2025, pero su encuentro exacto ocurrirá en 2026. Esperemos que esta cercanía dinámica inspire nuestras decisiones y guíe nuestras acciones en 2025. Un camino que conecta el cuerpo con el alma podría entonces revelar los aspectos más sublimes de nosotros mismos.

Neptuno dejará definitivamente el signo de Piscis el 26 de enero de 2026, pero en 2025 hará una incursión en Aries desde el 30 de marzo hasta el 22 de octubre. En el primer signo del zodiaco, el planeta de lo profundo puede favorecer la aparición de nuevos ideales, pero puede que no fomente esta tendencia. También podría cegar a las masas, alimentar falsas creencias, difundir mentiras y llevarnos a creer en bellas promesas alrededor del 19 de junio, cuando el riesgo de ilusión y engaño alcanza su punto máximo. Es esencial no otorgar nuestra confianza de manera incondicional, ya que la credulidad de las poblaciones podría ser abusada para servir a intereses poco claros. Afortunadamente, alrededor del 29 de agosto y el 20 de noviembre, Neptuno reconectará con su naturaleza inspiradora y propagará ideales más progresistas y humanitarios. El deseo de ayudar a los demás a través de acciones solidarias y la posibilidad de hacer descubrimientos cambiarán nuestra perspectiva sobre nosotros mismos y nuestro lugar en el universo. Sabremos más a finales de 2026.

Urano cambia temporalmente de signo y de elementos en 2025. El planeta se moverá por Tauro hasta abril de 2026, pero hará un breve recorrido en Géminis desde el 7 de julio hasta el 8 de noviembre de 2025. Urano en Tauro se esfuerza por derrocar códigos establecidos y establecer un nuevo orden alrededor del 4 de abril, respaldado por Saturno, intentando encontrar un consenso entre lo viejo y la necesidad de cambio. Alrededor del 12 de agosto, Urano en Géminis propondrá otras soluciones innovadoras para pasar la página. El 29 de agosto de 2025, se aliará con Neptuno para presentar ideales que podrían abrir amplias perspectivas para la humanidad. Al regresar a Tauro, este último recorrido en un signo fijo le dará a Urano la oportunidad de limpiar el terreno y permitir la aparición de un nuevo paradigma, promoviendo la elevación de la conciencia alrededor del 20 de noviembre.

Antes de dejar el signo de Piscis el 14 de febrero de 2026, Saturno hará una incursión temporal en Aries desde el 25 de mayo hasta el 1 de septiembre de 2025. En este signo de fuego, rápido en actuar, Saturno evoluciona con dificultad. En su caída, el planeta austero tiende a frenar la impulsividad de Aries y busca controlarla. En abril, mientras aún reside en Piscis y hace un aspecto positivo a Urano en Tauro, utilizará el poder innovador del planeta para canalizar el desorden circundante. Alrededor del 12 de agosto de 2025, cuando se cruce armoniosamente con Urano en Géminis, estructurará la creatividad de este elusivo planeta. ¿Podemos esperar que un nuevo mundo en gestación comience a florecer?

Júpiter transita por Géminis hasta el 9 de junio de 2025, sin hacer mucho ruido, luego ingresa al signo de Cáncer, donde está exaltado. En Géminis, Júpiter titubea, navega ambigüedades, a veces eludiendo la legalidad, y busca su camino. En Cáncer, se supone que lo encontrará, pero el 15 de junio reproduce un cuadrado con Saturno en Aries, un aspecto ya significativo de 2024 (el primero ocurrió el 19 de agosto de 2024 y el segundo el 24 de diciembre de 2024, cuando Júpiter estaba transitando Géminis y Saturno estaba en Piscis), generando algo de caos, particularmente en los ámbitos social y político. En 2025, el último cuadrado entre Júpiter y Saturno se forma entre Aries y Cáncer, presagiando luchas de poder entre Saturno en Aries, que busca dominar la situación, y Júpiter en Cáncer, un signo que representa al pueblo, que puede no estar listo para someterse. Unos días después, el 19 de junio, Júpiter estará en cuadratura con Neptuno, también en Aries. Es importante no ceder a las ilusiones y no creer demasiado en promesas, ya que este aspecto es más propenso a la confusión que a la claridad.

Marte se mueve entre Cáncer y Leo desde el 4 de septiembre de 2024 hasta el 17 de junio de 2025. Este largo período exacerba problemas relacionados con la seguridad, las raíces, las tradiciones, la familia, la patria y el pueblo (valores relacionados con Cáncer), así como tensiones relacionadas con el poder, la necesidad de reinar, brillar y dominar (Leo).

Venus también tendrá un largo período entre el signo de Piscis (del 3 de enero al 4 de febrero, luego nuevamente del 27 de marzo al 30 de abril) y el signo de Aries (del 4 de febrero al 27 de marzo, luego nuevamente del 30 de abril al 6 de junio de 2025). Mientras que Piscis se entrega a grandes impulsos románticos y nutre más sueños que realidades, Aries no teme nada, avanza y multiplica iniciativas. Este es un tiempo de disolución, un preludio a otra historia, un momento de retirada, reflexión, seguido de una declaración apasionada. Se pueden vislumbrar muchos escenarios tiernos y fervientes, y cada uno tendrá el suyo propio.