Ha llegado otro año más la fiesta de la Pascua con sus huevos y conejos de chocolate. En estas fechas, nuestros hijos están impacientes ante la llegada de las próximas Navidades, pero esta es una buena ocasión para soñar con la intervención mágica de las campanas, los conejos y, según las regiones, las gallinas de Pascua.

Para nosotros los padres, es el momento de reflexionar sobre esta fascinante facultad de los niños de creer en lo maravilloso y, signo por signo, comprender cómo aceptan lo inexplicable, así como descubrir cuál es la mejor manera de revelarles la dura realidad en determinados momentos.

Aries

El niño Aries es franco y espontáneo. A priori, no pone en duda nada de lo que le dicen, por lo tanto, se alegrará con facilidad de creer el Papá Noel y en las campanas de la Pascua, siempre que saque provecho de ello.
A la hora de la verdad, es probable que le siente mal descubrir que le han mentido. Hay que tener mucho tacto y usar la diplomacia para explicarle que las trolas sólo han sido por su bien.

Tauro

Mientras que un niño Tauro tenga la ocasión de satisfacer sus caprichos culinarios, se creerá todo lo que le cuenten sin darle más vueltas. Pero cuando vaya creciendo, su carácter realista le llevará a plantearse cuestiones.
A la hora de la verdad, trata de resaltar el placer que supone para un adulto satisfacer a sus hijos y asegúrale que tus sentimientos hacia él o ella son para siempre, porque los niños Tauro no les gustan los cambios imprevisibles.

Géminis

El niño Géminis es un cerebrito que en seguida se plantea las preguntas apropiadas. Su lógica implacable le hace descubrir a menudo modos de embaucamiento y disfrutará de llevarte en la dirección que él quiera.
A la hora de la verdad, tienes que explicarle la importancia del secreto porque le gusta demasiado hablar y compartir sus descubrimientos. Halaga su perspicacia y no dudes en elogiar sus cualidades para que se mantenga la boca cerrada de cara a los más pequeños.

Cáncer

El niño Cáncer está especialmente dispuesto a creer todas tus palabras y es un soñador que sólo desea aceptar lo maravilloso el máximo tiempo posible. Aunque tenga dudas, se buscará la manera de apartarlas para seguir creyendo en un mundo mágico.
A la hora de la verdad, tienes que vestir la revelación con mucha ternura y tranquilizarle y asegurarle que le vas a proteger de todo. No intentes que crezca demasiado deprisa : es uno de los signos que mejor aprovecha la infancia.

Leo

El niño Leo es leal y desarrolla en seguida grandes ideales. No pondrá en duda lo que le cuentan sus padres siempre que no haya una prueba clara de la mistificación. Pero es importante que seas tú el que le informe.
A la hora de la verdad, empieza por felicitarte por la etapa que ha superado compartiendo con él un secreto de adultos. Bajo su apariencia de fanfarrón, se esconde una falta de confianza que le ayuda a pasar mejor los malos tragos.

Virgo

El niño Virgo es aplicado, ansioso e intelectual. Puede que plantee demasiado pronto preguntas embarazosas sobre este tipo de fenómenos mágicos en los que le costará creer. Adáptate a su lógica no le ocultes la verdad demasiado tiempo.
A la hora de la verdad, valora su capacidad de observación y abandona el intento ante su lucidez. Elogia sus capacidades y en seguida te perdonará tus elucubraciones y tratará de jugar a ser mayor con los más pequeños.

Libra

El niño Libra es muy dependiente de su entorno y está predispuesto a seguir las opiniones de otros que le lleven a tomar elecciones complejas. Cree con facilidad todo lo que le cuentan, ya sea por su predisponibilidad para creer en lo maravilloso o por pereza intelectual.
A la hora de la verdad,, concédele el placer de creer en ciertos elementos mágicos como forma de afrontar la rudeza de la vida. Hazle saber que es justo dejar a los demás creer en ese mundo encantado que él también ha conocido y, ante este argumento, no se podrá resistir.

Escorpio

El niño Escorpio es sigiloso y muy intuitivo. Generalmente, adivina lo que se le quiere esconder y puede que descubra un placer perverso poniéndote a prueba o agotando tu energía. Obsérvalo para adivinar cuando está a punto de caer.
A la hora de la verdad, puede que adopte una actitud rencorosa y te reproche haberle mentido. Trata de calmarlo haciéndole ver los beneficios que han supuesto tus embolados.

Sagitario

El niño Sagitario es el más crédulo del zodíaco. Los secretitos no son lo suyo y tampoco los detecta a la primera en los demás. En muchos casos, hay que abrirle los ojos antes de que lo hagan otros de manera brusca y vejatoria.
A la hora de la verdad, prepárate para un huracán de reproches porque no soporta la mentira o las ocultaciones. Evitarás este tipo de situaciones si le demuestras tu buena voluntad respecto a las tradiciones de nuestra cultura. Esta noción la entenderá en seguida.

Capricornio

El niño Capricornio es realista y le concede mucha importancia a las convenciones. Si Papá Noel y las campanas de Pascua forman parte de su entorno no le importar creer en ello hasta que llegue a una edad para razonar.
A la hora de la verdad, toma todas las precauciones necesarias para que no se sienta traicionado o ridiculizado. Trata de destacar su sentido de responsabilidad de cara a los que son más pequeños y estará orgulloso y encantado de sustituir el papel de bebé por el de cómplice.

Acuario

El niño Acuario es original y no hace lo mismo que hace todo el mundo. Es un rebelde con una lógica implacable. Vigila bien su evolución para saber cuál es el mejor momento para descubrirle la verdad, antes de que informe al resto del colegio.
A la hora de la verdad, no insistas demasiado en que guarde silencio porque es un niño al que le gusta llevar la contraria a menudo. Es mejor que halagues su lucidez y te apiades de esos pobres pequeños que aún no saben nada de algo que él ya sabe.

Piscis

El niño Piscis es el niño con más imaginación de todo el zodíaco. Si se le permite, creerá en Papá Noel y en las campanas de Pascua durante toda la vida, pero habrá que revelarle la verdad en el momento oportuno para evitar que sus compañeros lo ridiculicen.
A la hora de la verdad, hay que usar la diplomacia y la ternura para consolarlo tras hacerle esta revelación, que le resultará difícil aceptar. No intentes que le atraiga el papel de «mayor» y apuesta mejor por el hecho de que, a pesar de todo, siempre será tu bebé.