Cada individuo posee tres canales y siete chakras. Los tres canales de energía sirven para armonizar cuerpo y alma. Los canales derecho e izquierdo influyen sobre la energía de nuestro sistema nervioso simpático.
#txt_on#El canal derecho se activa cuando practicamos una actividad física o creativa. La energía pasa a la acción a través de este canal. Mientras que el canal izquierdo está conectado a nuestras emociones, afectos y a nuestra sensibilidad. Por él pasan las emociones. El canal central se apoya en nuestro sistema nervioso simpático y administra nuestras funciones motrices, como los latidos del corazón o la respiración. Mediante este canal, podemos proyectar una evolución espiritual. Lo podemos controlar haciendo ejercicios de respiración para desarrollar nuestras energías. Por él pasa la energía kundalini.
Los chakras contienen nuestras características más íntimas. La palabra sánscrita significa "disco" o "círculo", como el círculo en el que giramos continuamente. Todas las cualidades que poseemos pueden verse alimentadas o empobrecidas. Todo depende de la energía que dejemos circular en cada chakra. Antes de practicar la meditación, es necesario acostumbrarse a localizar en nuestro cuerpo cada centro de energía.
La meditación sirve para abrir nuestros chakras. El chakra raíz se sitúa en la zona pélvica, hasta por debajo del ombligo. Para abrir este chakra, apoya el índice y el pulgar y concéntrate sobre esta parte del cuerpo. Este chakra raíz situado entre las partes genitales y el ano, controla la energía sexual. Meditando, entona el mantra "LAM".
El chakra sagrado situado por debajo del chakra raíz, sobre el sacro, se medita de otra manera. Pon una mano encima de la otra, con las palmas abiertas hacia arriba. La mano izquierda tiene que estar por debajo de la derecha. Los dedos pulgares tienen que tocarse. Concéntrate y entona el mantra"VAM".
El chakra que está justo debajo del ombligo puede abrirse cantando la sílaba "RAM". A la vez, mantén las manos unidas formando un triángulo, justo por debajo del plexo solar. Extiende los dedos y cruza los pulgares formando un triángulo con las manos unidas y concéntrate. Para abrir el chakra del corazón, siéntate con las piernas cruzadas. Sobre tu mano derecha, colocada por encima del plexo solar, el índice lo toca con suavidad. Tu mano izquierda está colocada sobre tu rodilla izquierda (con el índice y el pulgar unidos) Canta la sílaba "YAM". El chakra de la garganta se entona con el mantra"HAM". Para armonizarlo, cruza los dedos de las manos, salvo los pulgares, que se juntan formando un círculo. Canta bajito en posición sentada o de pie.
El tercer chakra se encuentra entre las cejas. Para meditar en este último, tienes que colocar las manos por delante del pecho. Los dedos mayores tienen que tocarse y estirarse hacia arriba. Los demás tienen que estar replegados y tocados por las falanges. Los pulgares extendidos se tocan mirando hacia abajo. Para abrir el tercer chakra hay que cantar el mantra "OM" o "AUM".
Después está el chakra corona. Las manos hay que situarlas en el estómago. Los anulares se tocan y se extienden hacia arriba. El resto de dedos están entrecruzados. Este chakra se encuentra por encima de la cabeza. Para meditar, hay que entonar el mantra"NG". Pero esta meditación está reservada para los iniciados. Para abrir el chakra corona, hay que abrir antes el chakra raíz. Todos los centros de energía están relacionados.
Es preferible abrir los chakras empezando desde abajo. Se tiene que abrir el chakra raíz para poder seguir con la apertura de los demás.
Este chakra despierta presencia en el mundo. Gracias a él nos sentimos bien en cualquier lugar y situación. Si es sólido y estable, no desconfiarás más de los demás. Serás una persona abierta, sin aprensiones. Si de lo contrario eres de naturaleza perezosa, significa que tu chakra raíz no es lo suficientemente activo. Si es sobre activo, serás excesivamente materialista. Tendrás una necesidad, casi enfermiza, de sentirte seguro y el miedo al cambio te impedirá reaccionar.
El chakra sagrado está relacionado con la sexualidad. Si está abierto, eres una persona alegre, apasionada y sensual. Si está cerrado, tenderás a encerrarte ante los demás. Cuando está sobre activo, este chakra hará que estés demasiado emotivo. Vas a enfrentarte demasiado a los demás. El chakra del ombligo ayuda a hacerse valer dentro de una comunidad. Una vez que esté abierto, ayuda a hablar en público y no tendrás miedo de imponer tus ideas. Pero si está demasiado cerrado, tenderás a ser pasivo y tímido. Si está demasiado activo, serás dominante o agresivo.
El chakra del corazón despierta el amor, la generosidad y la amabilidad. Un chakra de corazón abierto hará que seas compasivo y que te gusten de verdad los demás. Si está cerrado, hará que seas frío e insensible. Si está demasiado activo, tenderás a calentar a los demás con tu amor y las razones serán, a menudo, egoístas. El chakra de la gargante está relacionado con la comunicación. Abierto, sabrás comunicar tus necesidades a los demás. Cerrado, serás callado y tendrás miedo de hablar. Demasiado activo, hablarás demasiado sin tener en cuenta lo que tienen que decirte los demás.