Los cristales y las piedras siempre han fascinado a los seres humanos, estuvieron aquí antes que nosotros y dieron origen a la Vida. Las piedras transmiten energías y ese magnetismo nos atrae. Los babilonios utilizaban las piedras para curarse, cada piedra teniendo propiedades que podían mejorar la vida de los enfermos. No era raro usar minerales o piedras como talismanes para sentirse protegido. Esta disciplina se llama hoy en día litoterapia. Consiste en curarse a través de los cristales. Los colores de los cristales emiten vibraciones que calman nuestros males.
Es importante saber que el individuo tiene varios chakras, cada uno con un color que le es propio. Para desbloquear un chakra, se deben usar cristales de su color. Por ejemplo, el rojo corresponde a la cabeza, el naranja simboliza el chakra de los órganos sexuales, el amarillo está ubicado en el área del plexo solar, el rosa está relacionado con el corazón, el azul claro corresponde a la garganta, y el índigo o azul oscuro corresponde al tercer ojo.
La simbología de los cristales varía según su color y su relación con los signos astrológicos.
El rojo, como el rubí, el granate y la cornalina, es el símbolo de la energía y la vitalidad. Es el color del fuego y de la sangre, pero también del amor. Puede simbolizar la ira, la pasión o la fuerza. Las personas que aman el rojo generalmente son dominantes (Escorpio, Aries).
El verde corresponde a la amazonita, la esmeralda, la malaquita. El verde está relacionado con el planeta Venus. Su vibración desarrolla la armonía, la sabiduría y la visión justa (Tauro).
Los patchworks, las mosaicos y los tonos matizados multicolores aportan la fantasía esencial que simboliza la evolución perpetua de las cosas.
El blanco, asociado con la ópalo, las perlas y los cristales de roca, está vinculado a la luna. Su vibración desarrolla el sentido de los valores esenciales y las bases necesarias para el desarrollo del ser (Géminis, Cáncer, Acuario).
El amarillo, representado por la topacio, la citrina, el ámbar, el berilo dorado o el crisoberilo, es el color de la felicidad y la alegría. Estas piedras también pueden simbolizar la envidia y la ambición. La felicidad pasa por la influencia sobre el entorno y los seres (Leo).
El azul, color del zafiro, la turquesa y la aguamarina, es calmante. El azul simboliza el vínculo entre el cielo y la tierra (Libra, Sagitario).
El negro, como el azabache, el ónix y el morión, es el color de la noche y de las profundidades, y representa el mes de enero. El negro encarna el luto, pero también el lado misterioso de la vida, la voluntad secreta que gana poder por su discreción (Capricornio).
El azul violáceo es el color de la virtud. En general, las personas que aprecian este color son personas que valoran la estabilidad y la probidad moral.
La plata, asociada con la aguamarina, simboliza las profundidades del inconsciente. La plata representa el don de uno mismo, pero también el lado material de la vida, permitiendo la generosidad y el altruismo (Piscis).
El marrón gris, simbolizando a Virgo, está asociado con la ágata. Refleja la búsqueda del orden, la perfección y el equilibrio.
Los planetas ejercen una influencia sobre las piedras y los cristales, cada astro está asociado a un color y una energía específicos.
Marte, el planeta del coraje y la acción, está vinculado al color rojo. Marte encarna la fuerza, la energía, la amistad sincera, pero también una conciencia despierta; nos impulsa a actuar con determinación y a superar los obstáculos. El rojo, a través de piedras como el rubí y la cornalina, amplifica esta potencia.
Venus, planeta del amor y las emociones, está relacionado con el color verde. El verde simboliza los lazos en todos los ámbitos, pero sobre todo en el amor y el poder del corazón. Las piedras verdes, como la esmeralda y la malaquita, favorecen la armonía, el bienestar emocional y el equilibrio en las relaciones.
Mercurio, el planeta de la comunicación y el intelecto, no se asocia con un color específico, ya que su energía reúne todos los colores del espectro visible. Su papel reunificador permite una mejor comprensión y una circulación fluida de la información, tanto mental como emocional.
La luna, asociada al color blanco, representa las emociones profundas, el inconsciente, la creatividad, la familia y la seguridad. Encarnando a la madre, nutridora y protectora, las piedras blancas (Ópalo y Cristal de Roca) actúan sobre nuestro equilibrio emocional y nuestras raíces interiores.
El sol simboliza el ego, la conciencia individual y la expresión de uno mismo. Representa la afirmación, el resplandor personal y el impacto que tenemos sobre nuestro entorno. Las piedras amarillas (como la topacio) favorecen el desarrollo personal y la autonomía.
Júpiter, el planeta de la suerte y la espiritualidad, transmite sus vibraciones a la amatista y al lapislázuli. Estos cristales, asociados a la sabiduría, la espiritualidad y el coraje, nutren nuestro don de sí mismo y fomentan el espíritu de síntesis, la apertura mental y la aspiración a un ideal superior.
Saturno, guardián de las estructuras y del tiempo, influye en las energías del azabache, el ónix y el zafiro. Estas piedras simbolizan la potencia, la tenacidad, la disciplina, la ambición y la fidelidad. Nos ayudan a mantener nuestro equilibrio frente a los desafíos y a perseverar en nuestros compromisos a largo plazo.
Neptuno (planeta del misticismo y la imaginación) encarna la fusión y la compasión. Representa la apertura a la universalidad y los lazos espirituales. Las piedras asociadas a Neptuno (aguamarina) favorecen la ensoñación y la intuición.
A continuación, cada signo astrológico posee un color propio. Los planetas ejercen una influencia profunda sobre las piedras y los cristales, cada astro estando asociado a una energía que resuena con diferentes aspectos de la vida. Además, cada signo astrológico está vinculado a un color específico, que puede ser potenciado por una piedra del mismo tono. Aquí te presento una exploración de estas asociaciones, integrando el color, los cristales y su vínculo con los signos.
Aries (Amatista, Rojo)
Marte, planeta asociado al coraje y la energía, influye en Aries. El rojo simboliza el impulso vital, la iniciativa y el coraje. Una piedra como la amatista, de un intenso color violeta, también encarna el poder de transformación y coraje. El rojo de Aries está vinculado a un dinamismo sin igual.
Tauro (Esmeralda, Verde)
Venus, planeta del amor y los lazos emocionales, está vinculado al signo de Tauro. El verde representa la armonía, la prosperidad y el amor. La esmeralda, piedra de este signo, amplifica estas cualidades y resuena con la energía de la naturaleza y la abundancia. Tauro se nutre de amor y belleza.
Géminis (Ópalo, Multicolor)
Mercurio, planeta de la comunicación, influye en Géminis. Este signo está asociado a todos los colores, ya que reúne todo el espectro visible, simbolizando la adaptabilidad, la curiosidad y la sutileza. El ópalo, piedra multicolor, apoya esta fluidez y la búsqueda de nuevos conocimientos.
Cáncer (Perla, Blanco)
La luna, símbolo de las emociones y la creatividad, está vinculada a Cáncer. El blanco, que representa la pureza y la suavidad, se asocia con la perla. Las personas nacidas bajo este signo son profundas y sensibles, y el blanco, así como los cristales de roca, refuerzan esta relación con la intuición y la madre.
Leo (Ámbar, Amarillo)
El sol gobierna a Leo, y su color es el amarillo. Este signo irradia energía, carisma y voluntad. El ámbar, piedra de luz y calor, refuerza la expresión de uno mismo y la afirmación personal. El amarillo simboliza el resplandor y el desarrollo personal a través de la afirmación del ego.
Virgo (Ágata, Azul Oscuro)
Saturno influye en Virgo, un signo dotado de un espíritu práctico y analítico. El azul oscuro, color de la reflexión y la disciplina, se combina perfectamente con el ágata. Esta piedra representa la estabilidad y el equilibrio, dos cualidades que definen al signo de Virgo. Las personas de Virgo se caracterizan por su mente racional y su capacidad organizativa.
Libra (Zafiro, Rosa)
Venus, planeta de la armonía y la belleza, gobierna a Libra. El rosa representa el amor y el equilibrio en las relaciones. El zafiro, una piedra vinculada a la sabiduría y la armonía, refuerza estos rasgos. Los Libras aprecian la belleza, el equilibrio y tienen un fuerte sentido de la justicia, tanto en las relaciones personales como sociales.
Escorpio (Rubí, Rojo)
Marte, planeta de la transformación, influye en Escorpio. El rojo simboliza la intensa energía y la pasión de Escorpio. El rubí, piedra de este color, representa el poder interior, la voluntad y la profundidad de las emociones. Este signo está vinculado a la transformación personal y la profundidad del inconsciente.
Sagitario (Turquesa, Azul Cielo)
Júpiter, planeta de la suerte y la expansión, gobierna Sagitario. El azul cielo, asociado a la creatividad, la fe y la esperanza, refleja bien a este signo optimista y ansioso por el conocimiento. La turquesa, piedra de calma y sabiduría, apoya el espíritu de síntesis y la búsqueda de libertad de Sagitario.
Capricornio (Azabache, Negro)
Saturno gobierna Capricornio, un signo determinado, ambicioso y resuelto. El negro simboliza la disciplina y el trabajo profundo necesario para alcanzar el éxito. El azabache, piedra de protección y fuerza interior, ayuda a superar desafíos y afrontar pruebas. Capricornio es un signo de disciplina y perseverancia.
Acuario (Cristal, Azul Violeta)
Urano influye en Acuario, un signo visionario y vanguardista. El azul violeta simboliza la intuición y la transformación. El cristal, piedra asociada a la claridad y la apertura mental, apoya la evolución de Acuario, quien está motivado por la sabiduría colectiva y el deseo de cambiar el mundo.
Piscis (Aguamarina, Plata)
Neptuno, planeta del misticismo, influye en Piscis. La plata, color del misticismo y la imaginación, refuerza los rasgos de compasión y ensoñación. La aguamarina, piedra de este signo, amplifica la intuición y la conexión espiritual. Piscis está profundamente vinculado a los ideales y al sacrificio personal por el bien del conjunto.