La adivinación por medio de los huesos existe desde la prehistoria. El nombre de esta práctica es la astragalomancia. En la actualidad utilizamos dados para practicar este arte adivinatorio, pero en la antigüedad se utilizaban huesos, rocas, palitos planos o conchas. Se lanzaban los objetos y después se podía determinar si el futuro sería feliz o no. Los egipcios, los griegos y los romanos utilizaban pequeños huesos que llamaban astrágalos. Estos se parecían a los huesos plásticos con los que se hacen las lecturas en la actualidad. Se utilizaban metacarpos de oveja pues tenían forma cúbica y eran fáciles de lanzar.
Los hechiceros africanos utilizan aun huesos marcados para hacer predicciones. Así han conservado sus antiguas creencias. La astragalomancia es el método más antiguo de videncia. Como la mayoría de los métodos, el lanzamiento de huesos está basado en el azar, el cual es muy importante en videncia, pues el hombre no lo considera como un caos sino como un evento deseado por una voluntad superior. Los espíritus manipulan los huesos tallados por el hombre para predecir el futuro. En sus orígenes la astragalomancia se lanzaban los huesos sobre una cuadrícula en las cual estaban marcados los puntos cardinales. Los huesos fueron después reemplazados por huesillos, especialmente en Grecia, Roma y en Egipto. A estos siguieron los dados cifrados que permitieron una mejor interpretación de las predicciones. Las cifras eran comparadas a letras, a partir de ese momento el vidente se convirtió en una especie de numerología. Las raíces de la numerología vienen de la astragalomancia, en el momento en el que se comenzaron a hacer predicciones con dados.
Si no había dados disponibles, se escribían números en los huesos. Esto permitía interpretar los mensajes divinos.
- El 1 representaba la letra A.
- El 2 la letra E.
- El 3 correspondía a la letra I.
- El 4 a la letra O.
- El 5 a la letra U.
- El 6 a la B, P y V.
- El 7 a la C, K y Q.
- El 8 a las letras D y T.
- El 9 a la F, S, X y Z.
- El 10 a las letras G y J.
- El 11 a la L, M y N.
- El 12 a la R.
- Así se juntaban las letras para traducir las predicciones.
Gracias a las artes adivinatorias, el individuo hará la mejor elección en su vida. Como en todas las demás artes adivinatorias, la astrogalomancia demanda concentración. Es preciso fijar toda la atención en la pregunta que se quiere hacer. Sin esta atención el oráculo no podrá responder adecuadamente.
Si te interesas por este arte tal vez encontrarás la palabra Kybomancia, que es exactamente la misma cosa que astragalomancia. Los dos términos son sinónimos. El método de interpretación varía según las personas, el resultado no cambia. A partir del resultado obtenido después de lanzar los dados, se puede comenzar a interpretar.
Las cartas son en efecto, más precisas y permiten una mejor interpretación. El lanzamiento de los dados es ahora más un juego que un arte adivinatoria. Poco a poco, el lado lúdico ha primado. Los dados por lo demás hacen parte de los juegos más antiguos del mundo.
Por el contrario, en el África o en las islas, es común encontrar videntes que utilizan aun conchas, nueces o huesillos para predecir el futuro. Algunas costumbres son transmitidas de generación en generación. El África ha conservado lazos estrechos con su pasado; en Senegal, por ejemplo, se pueden encontrar este tipo de brujos. El resultado es a veces sorprendente, a gusto con estos métodos sienten las cosas y pueden predecir el futuro o responder a nuestras preguntas sin demasiados problemas.