"Es bueno conocer los defectos de uno: en lugar de corregirlos, se puede aprender a controlarlos." Julia.
Empecé en la astrología a principios de los años 80 tras un tiempo dando palos de ciego. Tenía 25 años, formación como asistente social y una firme aversión por todos los charlatanes.
Uno de mis mejores amigos experimentaba todas las "ciencias ocultas", pasando del estudio de los bio-ritmos a los tarots, a los horóscopos... Un día que fui a visitarle, me partía de la risa con sus cartas del cielo que cubrían el suelo de su salón. Le dije: "no entiendo que un chico tan inteligente pierda el tiempo con semejantes tonterías". Él me dio una respuesta del mismo nivel: "cuando no se sabe de qué se habla, hay que callarse. Infórmate un poco, si quieres te presto un librillo, lo ojeas bien y después, hablamos".
30 años más tarde, sigo buscando el fallo: al principio como aficionada, construí manualmente, sin programas informáticos, cientos de cartas astrales para mi familia, mis amigos, mis vecinos y conocidos. Creo que fue en esta época cuando más aprendí, tanto en astrología como de mí misma.
En 2001, contactó conmigo una sociedad Belga que publicaba horóscopos diarios en importantes sitios web en Bélgica y Francia (MSN, Yahoo, Lycos en su día). Trabajé en la redacción de estos horóscopos durante cerca de 10 años. Paralelamente, también trabajé para una página donde la gente recibía un e-mail con la respuesta a su pregunta. Toda esta actividad me ha permitido abordar diferentes faceta de la astrología. De la astrología mundial que gobierna los grandes acontecimientos de la Tierra al más mínimo detalle de la carta de un individuo, he aprendido a afinar la interpretación de los planetas y sus influencias cruzadas.
Practico esta disciplina con un placer constantemente renovado ya que los descubrimientos siguen jalonando esta apasionante experiencia...