Entre el trabajo, los niños, el cuidado de la casa, corremos, corremos y pasamos con frecuencia al lado de lo esencial. Con el fin de dar al amor su prioridad en tu relación, hemos creado la lista de las pequeñas atenciones que no parecen nada pero que lo cambian todo. En función del signo de tu enamorado, descubre unas cuantas cosas que mantendrán la llama encendida. Con la condición de hacerlos todos días. Como con las abdominales...

Aries

Hacerle preguntas. Sobre lo que hace. Sobre sus proyectos. Sobre sus ambiciones. Cuidado, no se trata de espiarlo, sino de entusiasmarse con aquello que emprende. Cuando se trate de halagar su ego, tu curiosidad no será jamás un problema.
Ten necesidad de él: Pídele que él cargue las bolsas de mercado, nada mejor que esos bíceps poderosos para realizar esa ardua tarea. Muy difícil escoger entre los zapatos en rebaja y los botines dorados? Pide ayuda. Él viene, él vuela, él te salva la vida. Él existe.
Hazle el amor: En el sofá, en el hangar de bicicletas, bajo la ducha...revela tu gusto por la aventura, las sensaciones fuertes, las experiencias extremas. No tengas temor. Él tampoco. No es del tipo que se desinfla. Demostración.

Tauro

Prepárale deliciosos platos: Conviértete en la estrella del tartare, la diva de la moussaka, la vedette del estofado... Eso suena bien. Eso le hace salivar. Es delicioso. Él se saborea.
Sé considerada: Con su salud. Con su mal humor, Con su buen humor. No podrás necesariamente hacer gran cosa sino preocupándose por él, reconoces implícitamente la devoción que testifica bajo tu mirada.
Prende las velas: Luz tenue, cojines cómodos, mantas abrigadas, fuego de chimenea...haz de tu casa un cascarón muy cálido, muy acogedor. El Tauro necesita confort : una casita acogedora y un corazón, ¡la dicha!

Géminis

Abre la puerta: Asegúrate que en tu casa siempre haya mundo, siempre movimiento. Agrega un puesto para el compañero que llega de improviso. Esta capacidad de adaptación encantará a tu Géminis. Además se sentirá libra para ir y venir. Regresará más feliz al corral.
Deja que hable: No olvides que con este hombre, todo (o casi todo) pasa por la cabeza. Así, detén lo que estás haciendo, siéntate y escúchale. Verdaderamente. Entre su agilidad intelectual y una tarde de televisión, le has elegido.
No digas nada: ¿Hacer una escena? ¿Demasiado vulgar ! Ante sus infantilismos, usa un silencio arrogante. Frente a sus provocaciones, hazte la indiferente. Le sorprenderás cuando vaya demasiado lejos en sus propósitos. De ahora en adelante tu orgullo va a engañarle.

Cáncer

Dále besos: En el cuello. De inmediato. De improviso. Porque lo deseas... Abrázalo. Consiéntelo. Como lo hacía mamá cuando era un bebé. Arrúllalo.
Masajéalo: Resistencia al estrés: mediocre. Esfuerzos físicos: no son lo suyo. Tu Cáncer no es el hombre más luchador de la tierra, ¿entonces? Masajes, dulzura, relajación, comprensión, pasa directamente al reposo del guerrero.
Felicítalo: ¿Se las arregló para colgar un estante? Colocar un clavo. Elógiale. Aún si tienes la impresión de estar exagerando, piensa que nunca será suficiente para su hipersensibilidad.

Leo

¡Vístete! Aún para una cena en la cocina, ponte tus tacones, cíñete un vestido. Eres el espejo de tu Leo. Si te ve bella, se encontrará bello.
Acaríciale la mano: Justo así, Justo de paso. Sin una intención precisa. Simplemente para sentirlo allí en toda su solidez y su confiabilidad. Le hace sentir mejor saber que te tranquiliza.
Llámale para pedir ayuda: Olvida que sabes cambiar un bombillo o colocar el mosaico. Acuérdate que él tiene un lado caballeresco que solo espera expresarse. Conviértete en una asistente, una porcelana de Sajonia y helo aquí contento de enfrentar el peligro.

Virgo

Desinfecta todo: Manijas de puertas, sanitarios, áreas de trabajo, azulejos... de la bodega al ático, ofrécele a tu Virgo una casa donde se podría comer en el suelo. Verdaderamente, no lo hará realmente pero decir que es posible, le da seguridad...
Cocina sano y bueno a la vez: 322 calorías en el plato principal, 538 en el postre... no se juega con la dieta. Obsesionado por su colesterol, su línea, su tensión, tu Virgo pone mucho cuidado con lo que hay en su plato. ¡Salud!
Hazle reír: Búrlate de ti mismo. Vuelve en mofa la existencia. Esta distancia jocosa explotará a este hombre dotado de un buen sentido de la observación. Y si le empujas un poco por este camino, será capaz de reírse de sí mismo.

Libra

Invítale a cenar: Coditos de jamón si pero servidos en vajilla de plata con servilletas almidonadas. Para este esteta todo está en el detalle. No te haces la boba, brindas tu sensibilidad culinaria, matizas...
Decide por él: ¿Queso o postre? ¿Cara o sello? ¿En la mañana o en la noche? Demasiado complicado para decidir para este eterno indeciso. Con el fin de ahorrarle estas elecciones dolorosas, no tengas ningún escrúpulo en manejar su vida. Si se queja a veces, recuérdale que es por su bien.
Cultiva los buenos modales: Cambia la junta del lavamanos con gracias. Lleva con delicadeza una taza de té a tus labios. En caso de disputa, responde sin prisa a sus críticas y verifica que no te brille la nariz ni te cuelgue un hilo. Al conducirte como una gran dama, le harás sentirse pequeño.

Escorpio

Dale una cita: Invítale a compartir tu almuerzo pausado. Reserva una habitación de hotel para un excitante de 5 a 7. Anúnciale en la mañana que una sorpresa le espera en la casa. El fin, es crear un evento, provocar cambios de ritmo, mantenerle bajo tensión.
Mírale: Con apetito. Con codicia. Con interés. Que vea el amor que te inspira, el deseo que te cubre, el placer que te da su compañía... Tu Escorpio es a la vez un hombre poderoso y un pequeño niño por tranquilizar. Juega en las dos tablas.
Déjale ganar: No encontrar lugar para estacionar, perder las llaves, una tormenta inesperada... es capaz de hacerle odioso. Hacerle razonar es una conducta de riesgo mayor, déjalo ir, recupera el control en otras circunstancias.

Sagitario

Úntate las manos: Las bujías, el distribuidor, neumáticos... si tu Sagitario necesita un mecánico, no hay problema, eres operacional. ¿Un albañil? Lo llevas a cabo también. ¿Una enfermera? Respiración boca a boca, eres un tripulante de maravilla.
Comes con buen apetito: Platos que te dan energía, atacados con un tenedor, esto encanta al Sagitario que adora a los buena vida. Y a los delgados. Pues te quiere también dinámica y deportiva. ¡Buena suerte!
Pídele su opinión: ¿El próximo campamento de verano en Perú o en Perigueux? ¿Una nueva alfombra cerca a la chimenea? En el fondo no le importa. Pero la pareja siendo un equipo, tiende a ser consultada por la forma.

Capricornio

Pídele su consejo: ¿Cómo armar ese mueble? ¿Qué haría él en tu lugar? ¿Qué piensa de tu idea? Gustándole controlar todo (o tener la impresión de controlarlo todo), él es sensible al hecho que le consultes. Todo el tiempo. Para todo. Por nada. Después, podrás hacer lo que quieras pero él se siente importante y es todo lo que importa.
Cierra la puerta: Sin azotarla. Considerando que a tu Capricornio le gusta estar solo, respeta su propio terreno, su jardín secreto, su tranquilidad. ¡No le molestes!
Caliéntale los pies: Al menor resfriado, prepárale una infusión. ¿Un ataque de tos? Toma su temperatura. Puede que solo sea un reflejo de ti. Pero para este hombre poco demostrativo, es mucho decir.

Acuario

No le hagas preguntas: ¿Llega tarde? ¡Y entonces! ¡Con quién estaba ? No te rebajes jamás a preguntarle. El fin: mostrar que los celos y tú, son dos cosas diferentes. Más allá de estas mezquindades, subirás en su estima.
Salta sobre él: Sin previo aviso. Sin problemas. Y de hecho en lugares insólitos. Y si es posible probando posiciones extrañas. La experiencia, lo inesperado, lo divertido, he aquí lo que tu Acuario busca en el amor físico. Muy físico este amor...
Siempre ten proyectos: Evoca aquello que harás a tiempo, mañana, en un mes, en un año. El Acuario detesta el pasado, se salta con frecuencia el presente y fantasea sobre el futuro. Tu energía y tu fantasía le darán deseos ir a tu lado.

Piscis

Nunca seas previsible: Ríe cuando sea grave. Sáltale al cuello cuando entre a media noche. Enfádate con el regalo que acaba de hacerte. Sorpréndele. Hazte la interesante, para despertar su interés.
Maneja su agenda: A tal hora en tal sitio. Tal día un evento. Traza sus días, sus noches, su vida como una pista de aterrizaje, para llevar a este gran soñador sano y salvo a la realidad.
Preocúpate: Por su mala cara. De lo que pasa en casa del vecino de abajo. Por el hambre del mundo. Todo lo que revele que piensas en los otros te hará buena publicidad al lado de este hombre lleno de empatía.