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El I Ching o el Libro de las mutaciones es un manuscrito antiguo chino que permite leer el futuro. Es el libro iniciático y adivinatorio más antiguo del mundo.
Sus orígenes se remontan a la Antigüedad. Los acontecimientos de China más importantes están escritos en él. El I Ching también es un libro de sabiduría y todas las filosofías orientales se inspiran en él: El confucianismo y el taoísmo tienen sus raíces en el I Ching.
El Libro de las transformaciones es un conjunto de signos que permiten leer el futuro. En la Antigüedad era habitual recurrir a los oráculos. La mayoría de las preguntas se limitaban a una respuesta afirmativa o negativa. Un "sí" o un "no" fácil de expresar. Se les llamaba preguntas cerradas. El "sí" se traducía por un guión seguido y el "no" por un guión dividido en dos.
El arte de la adivinatoria se fue haciendo cada vez más complejo y se extendió a preguntas abiertas. Desde entonces, los trazos simples se transformaron en una serie de ocho trigramas. Los ocho trigramas representan el paso de una forma a otra, de un estado a otro. Todo se transforma de manera continúa y el I Ching lo traduce en trigramas.
La escritura de este libro se le atribuye a cuatro santos chinos: el emperador Fu Hi, el rey Wen, su hijo el duque Zhou y Confucio. La estructura matemática del I Ching fascinó al filósofo Leibniz, que vio la primera expresión de una aritmética binaria. Al partir de la dualidad del Yin y el Yang y subdividirlas en forma de un sistema coherente, se obtienen 64 figuras.
Los trigramas están seguidos de los hexagramas, que también se dibujan en líneas, en concreto, de seis. la línea continua es el Yang y la línea dividida en dos es el Yin. A su vez, estos dos últimos se dividen en dos categorías: la línea naciente y la línea mutante.
Los 64 hexagramas resumen el orden del universo: Cada uno de ellos se corresponde con una situación, de modo que el Yin, elemento "negativo", representante de la tierra y de lo femenino, está en oposición al Yang, elemento "positivo", imagen del cielo y de lo masculino. El I Ching se basa en el equilibrio entre el Yin y el Yang, entre el más y el menos. Nada es fijo para siempre, todo es cíclico.
El I Ching propone una actitud, una conducta respecto a la cuestión planteado pero no responde directamente a la cuestión. Ayuda a la persona que le pregunta a comprender la situación en la que se encuentra y le indica el camino que debe seguir para evitar trampas y sacarle el máximo partido para mantenerse en la vía del equilibrio. Para interpretar bien el I Ching es necesario comprender bien los signos y los símbolos.
El libro es una interpretación del mundo actual y su evolución. Es un oráculo que se puede consultar para saber que dirección tomar en la vida. Para interrogar al I Ching, el método más conocido consiste en proveerse de tres monedas. El valor "2" se le atribuye a la cruz, y el valor "3", a la cara. Se lanzan las tres monedas y se suman los "2" y los "3" obtenidos. Lógicamente, la suma estará comprendida entre 6 y 9. El 6 representa la línea Yin mutable (viejo Yin), el 7 representa el Yang naciente (joven Yang), el 8 representa el Yin naciente (joven Yin) y el 9 el Yang mutante (viejo Yang).