El tarot egipcio apareció por primera vez en el Antiguo Egipto. Luego lo adoptaron los gitanos, así es como cruzó el Mediterráneo y se dió a conocer a otras culturas. Algunos historiadores llegaron a pensar que el tarot egipcio habría influido en el tarot de Marsella.
Ya no nos quedan muchos archivos sobre el tarot egipcio, pero los expertos han sabido reconstituir su modo de funcionamiento. El tarot egipcio utiliza la astrología y la numerología para hacer sus predicciones. Este arte adivinatorio ayuda a dar respuestas a toda clase de preguntas. Para ello sólo hay que leer los jeroglíficos indicando qué dirección elegir.
El mazo del tarot está compuesto por 22 cartas solamente a las que se denominan láminas. Entre ellas se encuentran las 7 láminas positivas (Nilo, Mammisi, Harpócrates, Anouket, Nuth, Constelación, Bennou), las 5 láminas negativas (Sekhmet, Sobek, Armada, Akerou, Apofis) y las 7 cartas neutras (Mastaba, Nerftiti, Hatshepsout, Scriba, Akhenatón, Ba-ka, Sycamore). Los tres últimas cartas del juego del tarot, son las cartas del destino (Pirámide, Naos, Cruz de vida).
Antes de iniciar una tirada, es aconsejable comprender el significado de cada lámina. Es importante familiarizarse con ellas. Luego intenten comprender el significado de los signos y de los símbolos dibujados en cada una de ellas.
Cuando dominen esta primera etapa, ya pueden lanzarse en la tirada del tarot egipcio. El cartucho impreso se creó para indicar cuál sería el ambiente del día. Esta tirada es muy rápida de realizar cada mañana. Les permite empezar el día sin cuestionarse. El método es muy sencillo, den la vuelta a una carta del juego cada mañana y luego interpréntenla.
La tirada de la Cruz de Vida se creó para contestar a una pregunta concreta. Requiere un poco más de preparación y de tiempo que el cartucho. Pero sigue siendo una de las tiradas más sencillas, un poco igual que en el tarot de Marsella. Empiecen barajando y cortando el juego del tarot. Luego saquen seis láminas al azar y dispónganlas en cruz de forma ordenada. Cada lámina les indicará las dificultades y las ventajas, luego al final tendrán una respuesta definitiva a su pregunta.
La tirada en forma de pirámide es todavía más elaborada. Se usa para saber si en el amor encontraremos la felicidad, por ejemplo. La pirámide interroga un ámbito particular (amor, salud, familia, trabajo...), revela las claves para realizar mejor su vida. Para empezar la tirada, tienen que disponer 5 láminas en forma de pirámide.
La tirada llamada templo es todavía más compleja. Se realiza disponiendo tres montones de tres cartes de derecha a izquierda. Se pueden hacer tiradas seguidas para obtener detalles en un sector.
Muy fuertemente inspirado por el tarot egipcio antiguo, el Gran Etteila cuenta leyendas francesas sobre sus 78 láminas. Lo cual facilita la interpretación de una tirada. El Gran Etteila apareció hace dos siglos, pero todos esos símbolos tienen su origen en la antigüedad y en la Edad Media. Los símbolos hablan por sí sólos, se basan en la teoría de Jung acerca del inconsciente colectivo. Por consecuente todos los símbolos inscritos en el tarot nos hablan directamente sin que sepamos por qué. No es nada difícil comprender el sentido de las láminas. Imposible equivocarse cuando interpretamos una tirada. El Gran Etteila es capaz de dar respuestas a cualquier pregunta hecha.
En la época de Napoleón, el Gran Etteila se utilizaba habitualmente en los salones. El Gran Etteila nació gracias a Juan-Bautista Aliette quien dió su nombre al tarot bajo el anagrama Etteila (Aliette). Juan -Bautista Aliette era un vidente muy reconocido en el siglo XVIII. También se le llama el gran Etteila al tarot egipcio por que se inspira fuertemente del libro de Thot. Según la mitología egipcia Thot era un dios con la cabeza de Ibis. Transmitía los mensajes divinos a los hombres. En el Antiguo Egipto, suponemos la existencia de un libro de Thot. El tarot reuniría las 22 ventajas transmitidas por los secretos y los ritos del tiempo de los faraones.
Juan-Bautista Aliette tardó muchos años, treinta años exactamente, para crear el tarot. Realizó búsquedas avanzadas para transmitir la « palabra divina ». Tiene una visión mística del mundo y de sus fenómenos y por consecuente aporta respuestas bastante claras.
El tarot se inspira del tarot de Marsella en su funcionamiento con 78 láminas, compuestas por 56 arcanos menores y 21 arcanos mayores. La carta número 78 representa la Locura (equivale al Loco del tarot de Marsella). Es una carta independiente.
El Gran Etteila aporta respuestas muy concretas. Los arcanos menores permiten dar una fecha más precisa. Numerosos videntes utilizan el Gran Etteila por su justeza. Está ligado al pasado místico de Egipto y transcribe en una lenguaje sencillo todos los misterios sagrados a los que estamos unidos en nuestra vida.
Todas las cartas están numeradas y cuentan una leyenda particular, ligada a nuestra historia colectiva. Gracias a sus textos cortos escritos en la carta, nos familiarizamos más fácilmente con las láminas. Parece menos abstracto.