Venus, al igual que Mercurio, se encuentra entre la tierra y el sol y, por razones matemáticas, nunca está muy lejos del sol: ni en el mismo signo ni en uno de los dos signos adyacentes. Un nativo de Capricornio, por ejemplo, necesariamente tiene Venus en Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario o Piscis.

Cuando Venus está en el mismo signo que el sol, refuerza las características del signo y da a alguien la totalidad, a veces sin matices en sus sentimientos. Cuando Venus está en otro signo, enriquece la vida amorosa con diferentes nociones, amplía el campo de experiencias y sentimientos complementando o combatiendo el temperamento de nacimiento.

Venus está asociado con los sentimientos, con la forma de amar y, más generalmente, con las relaciones. Simboliza el encanto y la feminidad en su aspecto seductor. También maneja la necesidad de comunicarse con otros. Por lo tanto, revela tu comportamiento o el carácter que deseas mostrar a los ojos de los demás.

Venus en tránsito causa exceso, celos, frustración cuando está fuera de lugar, pero trae suerte, amor y beneficios financieros cuando es positivo. En astrología, se le llama "el pequeño benefactor", el "gran benefactor" es Júpiter.
Ahora descubre el tránsito de Venus, el planeta del amor, en cada uno de los signos astrológicos.